En cada país se le denomina de un modo diferente, pero en definitiva es la parte grasa de la leche que se puede usar para cocinar; los franceses son muy aficionados a eso. También se suele montar para repostería, y de ella sale la mantequilla cuando se agita suficientemente. En definitiva, colesterol y más colesterol. Malísima para la salud... pero qué buena está.