Ponemos a hervir la leche con la vaina de vainilla y la canela en polvo. Cuando rompa a hervir, apartamos la cazuela del fuego y la dejamos reposar para que la leche adhiera bien el sabor de la vainilla y la canela.
Mientras tanto, removemos las yemas con el azúcar en un bol y siempre en la misma dirección con una cuchara de madera.
Vamos añadiendo la leche poco a poco, pasándola por un tamiz, a la mezcla de yemas-azúcar, sin dejar de remover.
A continuación ponemos todo al baño María a fuego medio y removemos continuamente para que no se corte (haciéndolo siempre en el mismo sentido).
Las natillas no tienen que llegar a hervir, porque sino se cortan. Cuando empiecen a espesar y desaparezca la espuma de la superficie están listas. Si ves que no espesan, como me paso a mí, les añades la maicena disuelta en leche. Ponemos la mezcla en recipientes y se dejan enfriar.
Comentarios de los miembros:
Uhhhhnnnnn!!!! que buenas!!!
LA RECETA ESTA BUENISIMA.