A los champiñones los elegí bien cerraditos, sin marcas, y de tamaño parejo, a mi me gustan grandecitos,
Los limpié con un repasador o un paño limpio para sacarle toda la tierra que tienen y les corto la punta de los tronquitos que siempre tienen un color marroncito.
Los corto en rodajas finas y las acomodo en un plato.
Los salo a gusto y los dejo reposar así por unos minutos.
En un bol colocar 3 partes de aceite por una de vinagre o aceto balsámico, en este caso usar aceto balsámico rosado, le agregar pimienta negra recién molida a gusto y mezclo los ingredientes.
Vuelco el aderezo sobre los champiñones y trato de que se empapen bien, los mezclé y después volví a acomodar los champiñones en el plato hondo.
En vez de utilizar vinagre o aceto puede reemplazarlo por jugo de limón recién exprimido y colado.
El aceite puede ser de cualquier tipo, lo ideal sería con aceite de oliva extra virgen.