Ponemos la mantequilla al microondas para derretirla y la mezclamos con tres de las galletas ya trituradas y el chupito de licor. Hacemos con todo una pasta y la situamos en el fondo de la copa donde serviremos los postres. Removemos bien el yogur griego y ponemos la mitad del mismo en cada copa. Añadimos entonces las dos cucharadas de queso con chocolate y terminamos situando encima las dos cucharadas de confitura seleccionada en mi caso de naranja amarga. Terminamos decorando con la galleta que habíamos reservado.
Más fácil imposible y seguro que sorprende tanto por la presentación como por el sabor. Para los amantes de los postres dulces se puede añadir un poco de ázucar al yogur e incluso un poco de caramelo o sirope de chocolate por encima.
El maridaje perfecto para mi, sería el mismo licor que hemos utilizado para hacer la pasta con las galletas, en mi caso un Ardbeg, un whisky de Islay en Escocia, muy turbado y mineral.