Estos son los 5 alimentos que nunca debes echar al compostador

Con el fin de conseguir un abono natural para nuestras tierras, existen varios métodos. Probablemente te suene el estiércol, que consiste en la descomposición de materia orgánica, principalmente excrementos animales. Pero existe también la opción del compostaje, menos conocido o practicado en nuestro país, en el que la materia orgánica que descomponemos son restos de alimentos.
El compostaje es una forma respetuosa con el medio ambiente de reducir los residuos y, al mismo tiempo, enriquecer la tierra de nuestro jardín. Bien podemos hacerlo en estercoleros o en un compostador (una caja de plástico, metal o madera donde guardamos los restos de alimentos para su descomposición) que acelera el proceso y en el que los restos de materia orgánica están resguardados de las inclemencias del tiempo.
Si eliges esta opción para reciclar los restos de alimentos deberías saber que no todos los residuos orgánicos son compatibles con este método. Algunos no sólo pueden ralentizar el proceso de descomposición, sino que también pueden atraer plagas o desequilibrar el compost.
Aquí tienes los motivos y una lista de alimentos que no debes meter en tu compostador.
¿Por qué evitar ciertos alimentos en el compost?
Algunos alimentos plantean problemas por varios motivos:
- Descomposición lenta : Algunos requieren una temperatura muy alta para descomponerse correctamente, lo que no siempre es posible en un compostador de uso privado.
- Molestias: Otros atraen insectos o animales, que pueden dañar nuestro jardín (topos, ratones) o crear olores desagradables.
- Desequilibrio: Ciertos productos, como los cítricos, pueden alterar el pH de este abono natural, conocido como compost e interrumpir la descomposición.
Alimentos que no hay que poner en el compostador
1. Carne, pescado y productos animales
Los restos de carne, pescado o marisco deben evitarse en el compostador. Estos alimentos se descomponen lentamente y requieren temperaturas muy altas. Además de descomponerse lentamente, suelen atraer roedores y moscas, creando molestias alrededor del compostador.
2. Productos lácteos
Los productos lácteos (leche, queso, yogur, etc.) presentan los mismos inconvenientes que los restos de carne. Además de atraer parásitos, pueden crear olores desagradables. También son difíciles de descomponer y pueden añadir un exceso de grasa al compost, ralentizando el proceso.
3. Grasas (aceite, mantequilla)
Los aceites y grasas, ya sean vegetales o animales, no se mezclan bien con el agua y necesitan mucha humedad para descomponerse. También pueden crear zonas densas e impermeables en el compost, ralentizando la descomposición de otras materias orgánicas.
4. Cáscaras de cítricos
Aunque naturales, las cáscaras de cítricos como limones, naranjas y pomelos deben evitarse en exceso. Su acidez puede alterar el pH del compost, haciéndolo menos favorable para los microorganismos responsables de la descomposición. Además, la piel de los cítricos tarda mucho tiempo en descomponerse.
5. Semillas y hojas tóxicas
Los alimentos con semillas, como los tomates o las calabazas, pueden germinar en tu compostador e invadir tu jardín con plantas no deseadas. Las hojas de ruibarbo, por su parte, son tóxicas y pueden dañar la calidad del compost. El ajo, con sus propiedades insecticidas naturales, también puede alterar el equilibrio de los microorganismos del compost.
Otros residuos que deben evitarse
Además de los alimentos, hay otros materiales que deben evitarse en el compost:
- Bolsas biodegradables: aunque lleven la etiqueta de "biodegradables", no se descomponen con la facilidad esperada y pueden contaminar el compost.
- Plantas enfermas o infestadas: Las plantas infectadas no deben compostarse nunca. Corren el riesgo de transmitir estas enfermedades al suelo y al jardín.