Las patatas siempre tienen un hueco en casi todas las cocinas del mundo. Se pueden cocinar de mil maneras, son baratas y bastante fáciles de conservar. Con ellas podemos disfrutar desde una sabrosa tortilla de patatas hasta un cremoso puré al estilo Joël Robuchon o unos deliciosas y crujientes patatas fritas. Vale, hasta aquí genial. Pero ¿alguna vez te ha pasado que vas a hacer alguna de estas recetas y al coger una patata y te das cuenta de que tiene brotes? ¿Podemos usarla o hay que tirarla? Si alguna vez te has hecho esa pregunta, sigue leyendo porque te damos la respuesta.