Cómo conservar el queso parmesano rallado en perfecto estado: 5 trucos sencillos y que funcionan

1. Guardar el queso parmesano rallado en un recipiente hermético

Una de las formas más sencillas y eficaces de conservar en buen estado el queso parmesano rallado es guardarlo en un recipiente hermético. Esto lo protege de la humedad y del aire, dos elementos que no juegan a su favor, ya que hacen que se seque, alterando su aroma característico. Usar un recipiente hermético también ayuda a preservar la consistencia y textura del queso parmesano rallado, haciendo que no se apelmace y que esté listo para añadirlo directamente a cualquier plato.

• Consejo extra: Si has comprado queso parmesano en bolsa, mejor pasarlo a un recipiente hermético para mantener su frescura intacta durante más tiempo.

2. Conservar el queso parmesano rallado a la temperatura adecuada

El queso parmesano rallado debe conservarse siempre en el frigorífico para preservar su frescura, aroma e inconfundible textura. Eso probablemente ya lo sabemos; Sin embargo, también es importante en qué lugar lo guardamos dentro de la nevera. Colócalo en el estante más frío del frigorífico. Ahí tendrá una temperatura estable que oscilará entre 2 y 4°C. Esta temperatura ralentiza el proceso de oxidación, manteniendo intacto el sabor del queso.

• Consejo extra: Evita guardarlo en la parte superior del frigorífico o en la puerta, donde las temperaturas cambian con demasiada frecuencia.

3. Congelar el queso parmesano rallado

¿Has comprado o rallado demasiado queso parmesano rallado y te ha sobrado? puedes congelarlo sin problema. El queso mantendrá todas sus propiedades. Sigue estos sencillos pasos a la hora de congelarlo, para disfrutar de tu queso parmesano favorito incluso después de mucho tiempo:

• Divídelo en bolsas pequeñas, según la cantidad que utilices habitualmente. De esta forma, podrás descongelar sólo la porción que necesites, evitando desperdicios.

• Introduce el queso parmesano rallado en bolsas de congelación, asegurándote de apretarlas bien para eliminar todo el exceso de aire antes de cerrarlas. Esto evitará que se formen cristales de hielo y mantendrá el sabor más fresco.

• Para volver a utilizarlo, mételo en el frigorífico para descongelarlo o añádelo directamente congelado a los platos: el calor lo derretirá rápidamente.

Advertencia: aunque la congelación no altera el intenso sabor del parmesano, su textura puede resultar ligeramente más blanda tras la descongelación. Ideal para utilizar en preparaciones calientes.

4. Utilizar papel de horno para guardar el queso parmesano rallado

Mucha gente utiliza film alimentario para conservar el queso parmesano, pero el papel de horno es una mejor alternativa por varios motivos. Al ser más poroso, el papel de horno absorbe mejor la humedad, lo que ayuda a evitar la formación de condensación y, por tanto, de moho.

5. Elegir el material adecuado del recipiente hermético

Elegir el recipiente adecuado es clave para conseguir que el parmesano conserve su sabor sin verlo alterado. ¿De plástico? Olvídalo. En su lugar, opta por recipientes de vidrio o cerámica con cierre hermético: estos materiales inertes no alteran los sabores y mantienen el queso a salvo de olores no deseados.

Puede que también te interese:

¿Cuáles son los quesos con menos calorías? Descúbrelos para darte un capricho sin culpa

Si eres un apasionado del queso sabrás lo difícil que resulta resistirse a ese pequeño capricho ya sea como picoteo o como ingrediente en alguna de nuestras recetas. Con frecuencia asociamos el consumo de queso con un exceso de calorías y, claro, luego vienen los cargos de conciencia. Para evitarlo te contamos en este artículo cuáles son los quesos que menos engordan.

¿Cómo hacer mascarpone casero? ¡Y sus recetas!

Es caro, vale, pero que eso no te suponga un problema porque te vamos a enseñar a hacerlo en casa. El mascarpone, ese queso italiano, de textura extremadamente cremosa cuyo nombre ya es seda pura. Capaz de sublimar casi cualquier plato. Originario del norte de Italia, concretamente de...