Aquí tengo unos 250 gramos de chufas que e puesto a remojo durante 24 horas, a las que le ido cambiando el agua cada 8 horas.
Las escurrimos y las ponemos en un recipiente amplio. Ahora añadimos unos 250 mililitros de agua fría. Y trituramos hasta conseguir una pasta como esta.
A continuación añadimos unos 750 mililitros de agua fría. Removemos un poco.
Ahora en otro recipiente amplio extendemos una tela o estameña, esto nos ayudará a colarlo y conseguir una horchata sin grumos. Vamos pasando el contenido de un recipiente al recipiente con la tela. Y ahora con cuidado vamos cogiendo las puntas de la tela y formando una especie de bolsa o de paquete que iremos apretando para que vaya saliendo la mayor cantidad de líquido posible.
Ahora, añadimos el azúcar a la horchata y mezclamos bien para que el azúcar se disuelva. Después, metemos la horchata en la nevera unas horas para que esté bien fresquita.
Y ya solo faltaría servirla en unos vasos y disfrutarla.