Parece que algunas veces la cocina, nos da una gran sorpresa. Este quizá sea el caso. Acostumbrado a ciertos alimentos en conserva, nunca te imaginas, que ese no es su final. Pueden ser el ingrediente principal a una nueva manera de consumirlos.
Uno de los aperitivos más populares en nuestro país, son los mejillones en escabeche...en lata. Son habituales en cualquier casa. Pero hoy será punto de partida, para este paté casero.
Abiertas las latas de mejillones, en mi caso 2. Debemos dejarlos aparte para que escurran bien. El aceite con el que están conservados, puede hacer que no quede el paté, lo suficientemente consistente.
En un vaso para batidora, añadimos los mejillones, la cebolla muy picada, el queso crema y la nata. Si queremos dar al paté, un toque muy interesante, vamos a incorporar, un chorro de vino blanco. Puede ser también muy agradable, si este es algo oloroso. Será algo distinto.
Pasado todo bien por la batidora, rellenamos el recipiente elegido para la cocción. Llegados a este punto, debemos elegir la manera de terminar nuestro paté. Según está, podemos consumirlo perfectamente, pero la consistencia, no es la ideal.
Como os dije en otra receta de paté anterior, Paté de salmón y pepinillos. Podemos poner nuestro paté al baño María en el horno, durante 30 minutos a unos 180º. Si queremos, podemos optar a hacerlo durante unos 20 a 30 minutos aproximadamente y a 600 W de potencia en el microondas. Pero debemos tener en cuenta, que el recipiente, a diferencia que en el horno, debe estar cerrado, aunque con una pequeña salida. Tampoco os olvidéis, de no rellenar hasta el borde.
Seleccionada la opción más adecuada para vosotros y terminada la cocción. Comprobar que el paté tiene la suficiente consistencia. Dejamos que enfríe, y directo a la nevera.