Este año, las máscaras de carnaval se vuelven comestibles! Diviértete haciendo con los más peques de la casa estos antifaces de colores. Para comer para el postre o la merienda. Sigue el paso a paso de esta y no te pierdas detalle.
Precalienta el horno a 180°C. Desenrolla la masa y recorta las formas con las plantillas. Para reutilizar las sobras de los recortes, haz una bola, estira con el rulo y vuelve a recortar con las plantillas.
Haz dos agujeros en las extremidades de las máscaras (por donde pasará el cordón) con ayuda de una pajita. Hornear 8 min y dejar enfriar sobre una rejilla.
Para el glaseado: Batimos levemente las claras con nuestro mixer o varillas de batidora. Puedes añadir saborizante a elección ( zumo de limón, naranja, aroma de fresa, esencia de vainilla...) Vamos incorporando lentamente el azúcar glass. Tenemos que conseguir la misma textura que la pasta de dientes. Dividir el glaseado en 4 boles.
Pon una pizca de colorante naranja en uno de los 4 boles y mezcla. Añade más colorante si hace falta hasta obtener el color que quieres. Haz lo mismo con el resto de colores.
Esta va a ser la pasta con la que delinearemos. Usaremos una manga pastelera y una boquilla muy finita.
Para el relleno, tan solo hay que añadir un poquito de agua a la misma hasta que quede más ligera. Si nos pasamos con el agua, que no cunda el pánico! añadimos azúcar glass hasta compensar.
Primero delinearemos el contorno para poder rellenar después.
Deja secar el glaseado entre cada paso. Delinear, secar, rellenar, secar, decorar detalles, secar. Para el relleno, puedes verter el glaseado con una cucharilla o vaso, y terminar de extender con ayuda de un palillo. Explota las burbujas que puedan salir.
Una vez seco, pasa el cordón o cinta de color por los agujeros de los laterales