Templamos el agua y disolvemos el aceite en ella, añadimos la levadura y la sal y mezclamos todo muy bien.
A continuación vamos incorporando la harina poco a poco y mezclando muy bien para que no nos queden grumos. Amasamos bien esta mezcla.
Dejamos en un bol tapado con un paño hasta que aumente su volumen (yo una hora).
Con las manos impregnadas en aceite de girasol vamos cogiendo bolitas de la masa y aplastando sobre la encimera impregnada también con muy poquito aceite (para que no se pegue).
No hay que agobiarse con la forma (para mí la gracia de estas cocas es que queden irregulares)
En una sartén pondremso abundante aceite de girasol y cuando esté bien caliente ponemos a freir las cocas (hay que estar muy pendiente y hacerlas de una en una para que no se nos quemen).
Damos la vuelta cuando esté tostadita y ponemos sobre papel de cocina para que absorba el aceite.
Comentarios de los miembros:
EXCELENTE Y FACIL DE PREPARAR. ORIGINAL