Cocer también un poco la manita de cerdo en trocitos no muy grandes.
Cortar la cebolla en juliana, la zanahoria en rodajas y los pimientos en cuadraditos. Hacer un sofrito con esos 3 ingredientes, después añadir los tomates pelados y picaditos.
Cuando el sofrito esté hecho, pasarlo por la batidora. Volver a poner en la cazuela y añadir el jamón picadito, la morcilla y el chorizo en rodajas, la mano de cerdo troceada y los callos.
Si nos gusta picante, añadir en este momento la guindilla cortada en rodajitas, echar también un chorrito de vino blanco y dejar hervir todo a fuego lento un buen rato.
A continuación echar la pimienta molida y la cucharada de pimentón, probar por si hay que rectificar de sal y seguir cociendo hasta que estén tiernos. Si veis que se queda sin caldo, podéis añadir un poco de agua.