Una fantástica lasaña con alcachofas y queso ricotta que nos llega directamente desde Italia. Un plato sabroso y delicado, ideal también para los que siguen una dieta vegetariana. ¡No te pierdas ni un detalle de cómo lo hacemos con nuestro paso a paso!
En primer lugar, prepara la bechamel. Puedes seguir la receta de nuestra web o utilizar una ya preparada.
Corta y deshecha el extremo del tallo y retira las hojas más duras. Quítale también los pelillos del centro. Has de quedarte solamente con el corazón y las partes más tiernas. Reserva en un bol lleno de agua y limón para evitar que se oxiden, mientras sigues limpiando el resto.
Una vez tengas todas las alcachofas limpias, córtalas en trozos y ponlas en una sartén con aceite y un diente de ajo. Cocina durante unos 15 minutos con la tapa puesta para que se ablanden.
Una vez que las alcachofas están cocinadas, échalas en el vaso de la batidora y añade un poco de agua. Licua hasta obtener una mezcla cremosa.
Ahora, pon la ricotta en un bol y con la ayuda de un tenedor, máchala un poco. Añade un poco de leche y sigue machacando hasta obtener una crema untuosa. Incorpora entonces la mezcla de alcachofas y remueve bien. Pon a punto de sal.
Finalmente, añade el huevo a la mezcla y bate con unas varillas hasta que nos quede una salsa homogénea.
Precalienta el horno a 200°C. Y comencemos a montar nuestra lasaña. Para ello, cubriremos el fondo de la fuente para horno con una generosa capa de bechamel.
Ahora, pon una primera capa de pasta de lasaña (sin escaldarla en agua) y vierte encima 3 ó 4 cucharadas de la salsa de alcachofa/ricota/huevo. Esparce la mezcla por toda la superficie con la ayuda de una espátula o una cuchara. Luego, pon otra capa de lasaña y repite la operación (lo ideal es hacer al menos 4 capas).
Cuando llegues a la última capa de lasaña, vierte sobre ella la bechamel restante, espolvorea abundante queso parmesano rallado y pimienta.
Hornea durante 15/18 minutos a 200°C (con calor arriba y abajo sin ventilación)