Pon a hervir una cacerola grande con abundante agua. Añades los guisantes, la carne, la manita y el tocino. Cuando empiece a hervir ves limpiando el agua con una espumadera. Después de unos minutos quita ese agua y pon de nuevo a hervir los guisantes, y las carnes en agua limpia con la hoja de laurel, otros 2 litros más o menos.
Mientras los guisantes y la carne se van poniendo tiernos, empieza a preparar las verduras. Pela el apio y las patatas y los troceas. Reserva las hojitas del apio. Raspa la zanahoria, las cortas en trocitos. Corta los puerros.
A continuación añades las verduras que ya tienes preparadas en la cacerola y deja todo cocer hasta que los guisantes estén tiernos.
Cuando la carne este tierna se saca de la cacerola y quitas los huesos. Trocea la carne, quita la corteza del tocino si todavía está adherida y corta el tocino en cuadraditos. Pon la carne de nuevo en la cazuela. Ahora las hojas de apio puedes cortarlas muy finas. Nos falta la salchicha ¡añádela ahora también a la cazuela con el apio que acabas de cortar! Prueba y pon la sal y la pimienta, también le puedes poner una pastilla de caldo de carne.
Y ahora el truqui. Seguramente parezca que no esta muy espesa, pero si la dejas reposar y la tomas al día siguiente verás como ha cambiado, y se convierte en una especie de puré.
Para tomarla se debe calentar a fuego muy suave, y mover con una cuchara de madera para evitar que se pegue.Se sirve con la salchicha cortada en rodajitas.
Y se acompaña de unas rebanadas de pan de centeno ( Roggebroot) con unas lonchitas de tocino ahumado (spek).