Estas bolitas de coco las tenía pendientes desde hacía varios años. Son un clásico entre los dulces de navidad, pero nunca pensé en hacerlos hasta que los vi en la página “de la vista al paladar” y por fin los hice. Me han encantado, sobre todo a mi hija, a la que le chifla el coco, y especialmente las de chocolate que han desaparecido casi de forma instantánea tras la última foto… seguro que volveré a hacerlas estas navidades en mi producción navideña, porque son rápidas de hacer, fáciles y están deliciosas.
Poner el agua en un cazo con el azúcar y el azúcar vainillado. Cuando empiece a hervir y el azúcar esté completamente disuelto, apagar el fuego y añadir el coco. Mezclar perfectamente y dejar enfriar por completo esta mezcla. Comenzaremos a confeccionar las bolitas y para facilitarnos el trabajo nos pondremos un poco de aceite de girasol en las manos. Esta elaboración encierra algo de dificultad, aunque la práctica nos dará la habilidad para solventar este inconveniente y a partir de las primeras nos saldrán correctamente conformadas.
Ahora podemos terminar las bolitas de coco rebozándolas en coco rallado la mitad de ellas y la otra mitad bañándolas en chocolate fundido.
Para bañarlas en chocolate fundir en un recipiente el chocolate con el aceite de girasol procurando calentarlo únicamente lo necesario para que se funda. Homogeneizarlo muy bien y a continuación sumergir las bolitas, una a una, y escurrirlas perfectamente con un tenedor. Colocarlas sobre papel de hornear y meter en el frigorífico hasta que el chocolate se haya solidificado.
Podemos servirlas así tal cual o bien puestas en moldes o capsulas de papel rizado.