Batimos la nata hasta conseguir que nos quede montada. En un bol mezclamos los yogures con el azúcar invertido y mezclamos bien. Le incorporamos la nata montada y mezclamos con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en un recipiente y lo tapamos. Introducimos en el congelador y cuando pase 1 hora, lo sacamos y lo batimos. Volvemos a meterlo al congelador y pasada otra hora, lo volvemos a sacar y lo batimos. Esto lo repetiremos 4 veces y de esta forma evitamos que se formen cristales de hielo. Preferiblemente lo congelaremos de un día para otro.
Sacamos del congelador unos 15 minutos antes de comer y servimos decorando con toppins a nuestro gusto.