Pelar las mandarinas y separar los gajos, teniendo cuidado de no romper la membrana finita que los recubre. Repartirlos en una bandeja y dejarlos de un día para otro para que se sequen.
Poner la gelatina en remojo eb agua fría para que se hidrate.Mientras,en un bol, poner la clara de huevo a temperatura ambiente.
Cuando la gelatina esté hidratada, escurrirla, ponerla en un recipiente y calentarla al microondas para que se deshaga.
Todavía caliente, añadirla a la clara de huevo sin parar de remover.
Bañar los gajos de mandarina de uno en uno, después de pasarlos por la clara, dejarlos en papel absorbente y seguidamente rebozarlos en azúcar.
Colocarlos en una rejilla para que vuelvan a secarse. En dos o tres horas ja se habrán secado.