Lo primero es encender a 180º el horno y calentarlo, forramos un molde con la masa quebrada y lo introducimos en el horno unos 5 o 6 minutos para cocer un poco la masa, mientras tanto batimos los huevos y le añadimos la nata y la sacarina, unimos bien y lo mezclamos todo, echamos el compuesto dentro de la base y horneamos por espacio de 30 a 40 minutos, si veis que la superficie se dora en esceso tapar con una hoja de papel de aluminio. Dejar enfriar y tomarla con un te o café con leche es riquisima.