Lo primero que haremos será poner las láminas de gelatina a remojo en agua fría. Las dejamos hidratándose hasta que las vayamos a utilizar.
Después vamos a derretir la mantequilla en el microondas y la reservamos para mas adelante.
A continuación vamos a quitar el relleno de las oreo. Vamos dejando el relleno en un cazo y la galleta la vamos a dejar en un procesador de alimentos. Haremos lo mismo con todas las galletas.
Ahora vamos a triturar las galletas hasta dejarlas muy finas. Y una vez trituradas las añadimos en un recipiente amplio.
Reservamos un poco menos de la mitad de las galletas trituradas para la decoración de la tarta.
Ahora añadimos la mantequilla que teníamos derretida en el recipiente donde están las galletas trituradas. Vamos mezclando bien la mantequilla con las galletas. Y después lo añadimos a un molde. Yo estoy utilizando un molde de unos 23 centímetros de diámetro al que le he puesto papel de horno en la base para que sea más fácil desmoldarlo. Repartimos bien por la base la mezcla de mantequilla y galleta para que quede lo más repartido posible y vamos haciendo una ligera presión para que se quede lo más compacta posible. La metemos en la nevera mientras seguimos con la preparación.
Ahora en el cazo donde teníamos el relleno de las galletas vamos a añadir la nata líquida, el queso crema y el azúcar. Y vamos mezclando a fuego medio hasta que se integren todos los ingredientes.
Una vez que están todos los ingredientes bien integrados, incorporamos las láminas de gelatina bien escurridas y removemos hasta que se derritan.
Después sacamos el molde de la nevera y vertemos la mezcla con cuidado. Dejamos que se atempere y después la metemos en la nevera mínimo 6 horas, para que cuaje bien, pero si es de un día para otro pues mucho mejor.
Cuando ya tenemos la tarta bien fría con la ayuda de un colador espolvoreamos la galleta triturada por encima.
Después pasamos un cuchillo por las paredes del molde para ayudar a desmoldarlo mejor. Y ahora con cuidado lo desmoldamos.