Cómo aprovechar las fresas muy maduras en postres fáciles y caseros

Pasa cada año: compramos una bandeja de fresas con las mejores intenciones: una ensalada, un postre rápido, tal vez para desayunar con yogur, pero unos días después, ahí siguen, en el cajón de la nevera. Demasiado maduras para comer tal cual, pero todavía demasiado buenas como para tirarlas. La buena noticia es que, cuando las fresas alcanzan ese punto de madurez en el que están más dulces, son también perfectas para cocinar con ellas.
En lugar de ver esas fresas blandas como un fracaso, conviene verlas por lo que realmente son: una fruta en su punto más dulce, lista para transformarse. Hay muchas formas de aprovecharlas sin esfuerzo y sin desperdicio, con resultados tan sencillos como brillantes. Estas son algunas ideas.
Coulis de frutas

Un coulis de fresa es una de esas preparaciones que parecen secundarias… hasta que las pruebas. Se trata de un puré fino, aromático y de textura sedosa, con un color vivo que transforma un simple yogur o un bizcocho en un postre con personalidad propia. Es perfecto para preparar una panna cotta o una tarta bavarois, acompañar queso fresco, cubrir un cheesecake o servir como salsa fría con helados. Si utilizas fresas muy maduras, el coulis adquiere un dulzor profundo y natural, sin necesidad de potenciadores de sabor ni colorantes artificiales para resultar intenso y apetecible.
Receta completa ❘ Coulis de frutasMousse de fresa

Este clásico de la repostería francesa se transforma en una versión ligera, elegante y perfecta para quienes buscan un postre que no empalague. La mousse de fresa, cuando se prepara con fruta madura, adquiere una textura esponjosa con sabor auténtico, sin necesidad de aromas artificiales. Servida en vasitos con una hoja de menta o unos trozos de fruta fresca, es un final ideal para una comida veraniega.
Receta completa ❘ Mousse de fresaCrumble de fresa

Fruta blanda, horneada con azúcar, y una capa crujiente por encima hecha de mantequilla, harina y un toque de canela. El crumble es una receta nacida del aprovechamiento, pero su sabor no tiene nada de improvisado. Cuando las fresas ya han empezado a soltar jugo, se convierten en el relleno perfecto para este tipo de postres rústicos, sabrosos y reconfortantes. Servido templado, con una bola de helado de vainilla, es pura satisfacción.
Receta completa ❘ Crumble de fresaPetit suisse saludable

Inspirado en los vasitos que muchos recordarán de su infancia, este petit suisse casero y saludable tiene el equilibrio perfecto entre suavidad, frescor y acidez. El uso de fresas muy maduras potencia el sabor del yogur sin necesidad de azúcares añadidos. Es una opción excelente para niños, pero también un tentempié saludable para adultos que buscan un postre sin culpa.
Receta completa ❘ Petit suisse saludableMermelada de fresa

Hacer mermelada en casa es probablemente el uso más conocido de las frutas maduras, y con razón. Las fresas blandas se prestan especialmente bien a esta preparación porque ya han soltado parte de su jugo y tienen un dulzor más concentrado. Cocidas lentamente con un toque de limón, se convierten en una conserva que puedes guardar durante semanas o regalar con orgullo. Una tostada con mermelada casera de fresa sigue siendo uno de los pequeños placeres del desayuno. La receta que os mostramos es de mermelada de ciruela, pero las cantidades de los ingredientes y el proceso de elaboración son los mismos. Solo habría que sustituir una fruta por otra.
Receta completa ❘ Mermelada de fresaBatido cremoso de fresa

Los batidos, milkshakes o smoothies son la solución más rápida para aprovechar frutas maduras, y en el caso de las fresas, es difícil fallar. Mezcladas con yogur, leche vegetal o incluso plátano congelado, se obtiene una bebida densa, sabrosa y perfecta para desayunos, meriendas o incluso como postre ligero. Puedes añadir semillas, copos de avena o un toque de vainilla para personalizarlo aún más.
Receta completa ❘ Batido cremoso de fresa¿Y tú? ¿Cómo aprovechas las fresas muy maduras?
Cada cocina tiene sus recursos, y cada hogar, sus preferencias. Hay quien las congela para smoothies futuros, quien las mezcla con vinagre para un aliño afrutado o quien las hornea en bizcochos húmedos. Lo importante es no dejar que acaben en la basura cuando están en su mejor momento para ser cocinadas.
¿Tienes una receta familiar o una forma original de usarlas? Compártela en los comentarios.
Puede que también te interese:
Comentarios
