Los imprescindibles de Nueva York: ¡5 especialidades que debes probar!
Nueva York. Una ciudad rebosante de energía, como un corazón que late las 24 horas del día. En esta jungla de cemento, donde conviven rascacielos y food trucks, la comida es la reina. Nueva York es como un mosaico de sabores: cada barrio cuenta una historia, cada bocado un viaje. ¿Por qué no hablar de algunos platos emblemáticos? Una ciudad inimitable como algunos de sus platos ¡Vamos a descubrirlos!
1. El Bagel, su pan con agujero
Si alguna vez has olido un panecillo recién hecho, ya lo sabes: no hay nada mejor que ese aroma irresistible. Pero, ¿qué caracteriza este pan neoyorquino? El bagel es un pan redondo con un agujero en centro (puede recordarnos, en su forma, a un donut), elaborado con harina de trigo que se sumerge en agua hirviendo y luego se dora en el horno. Esta cocción le confiere una textura suave y crujiente a la vez. En ocasiones, la masa se condimenta con cebolla, ajo, huevo, etc. y suele rellenarse con diferentes ingredientes (salmón ahumado, ensalada, queso fresco). ¿La combinación ganadora? Bagel de queso crema y salmón ahumado. ¿Demasiado clásico? Igual sí ¡pero insuperable!
Haz una parada en Russ & Daughters, en el corazón del Lower East Side: ¡una institución del bagel!
2. Pizza, fina pero muuuuy crujiente
Ah, ¡la pizza de Nueva York! Un crujiente homenaje a las raíces italianas de la ciudad. Se podría decir que es una pizza sencilla... pero eso sería un insulto a todos los pizzaiolo de la Gran Manzana. Aquí, la masa es fina, pero no demasiado; el trozo es enorme, porque "cuanto más grande, mejor". ¿Y para qué molestarse en usar cubiertos? En Nueva York se come con los manos, doblando el trozo por la mitad.
Joe's Pizza, en Greenwich Village, y Di Fara, en Brooklyn, son lugares con colas (muy) largas, pero la espera merece la pena. Y créenos, una vez que hayas probado esta pizza, no volverá a ver las pizzas de la misma manera.
3. Cheesecake: una tentación cremosa
Suave, cremosa, ligeramente ácida... La cheesecake de Nueva York es más que un postre, es una promesa de éxtasis gourmet. Conocida por su textura densa gracias a la crema de queso, esta tarta simboliza la generosidad americana. Y si quieres acercarte a la perfección, tienes que ir a Junior's, en Brooklyn. Esta tarta de queso tiene carácter, y una pequeña porción basta para llenarte el corazón (¡y el estómago!) de felicidad.
Hablando de generosidad, la tarta de queso neoyorquina es una buena ilustración de la cultura del "todo a lo grande" de Estados Unidos.
4. El perrito caliente: Nueva York en versión "para llevar"
Otro imprescindible: ¡el Hot dog o perrito caliente! ¿Has visto esos carritos que recorren la Quinta Avenida? Venden perritos calientes, bien calientes y servidos con un simple panecillo. Es el tentempié callejero por excelencia, rápido y eficaz. ¿La receta? Salchicha, pan blando, mostaza o ketchup (¡o ambos!) y, si te apetece, chucrut o cebolla caramelizada.
Y si alguna vez está en Coney Island, no te pierdas Nathan's Famous. Allí empezó todo. Un perrito caliente en Nathan's es un guiño a la América de antaño.
5. Pastrami: Una delicia ahumada
El pastrami on rye es el alma de la charcutería neoyorquina. Este bocadillo, originario de los barrios judíos, es una explosión de sabores: finas lonchas de pastrami ahumado, pan de centeno, mostaza, ¡y listo! Cuando está bien hecho, no se necesita nada más. Cada bocado es puro placer, un equilibrio perfecto entre la carne salada y la suavidad del pan.
¿La dirección legendaria? Katz's Delicatessen, que existe desde 1888. Este bocadillo se menciona en las películas y se come como un rito de iniciación. ¿Recuerdas la peli Cuando Harry encontró a Sally? ¡Pues eso!
New York: Un plato combinado
Y ya los conoces, los cinco platos que, cada uno a su manera, resumen la esencia de Nueva York: una ciudad dinámica, cosmopolita, donde todo se reinventa. Las especialidades culinarias aquí no son sólo comida, sino símbolos. Comer un bagel, morder un trozo de pizza, saborear una tarta de queso... es saborear una parte de esta fascinante ciudad, donde cada esquina cuenta una historia.
¿Será este tu próximo viaje gastronómico?
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