Tras tomar antibióticos: ¿Qué consumir para que tu intestino se recupere?

Hubo un antes y un después tras el descubrimiento de la penicilina en 1928. Este antibiótico usado para tratar infecciones, convirtió ciertas afecciones potencialmente mortales en condiciones tratables. Sin embargo, los antibióticos, al combatir las bacterias patógenas, también pueden afectar a las bacterias “buenas” que conforman nuestro microbioma intestinal. Aunque en la mayoría de las personas este impacto es temporal, existen medidas basadas en la dieta y el estilo de vida que pueden favorecer una recuperación más rápida y completa del ecosistema microbiano. Así que, tras tomar antibióticos, esto es lo que deberías tomar para ayudar a tu intestino a recuperarse.
¿Qué efectos tienen los antibióticos en el intestino?
Los antibióticos no solo combaten las bacterias dañinas, sino que también afectan a las buenas. Es similar a un incendio forestal, donde las especies oportunistas crecen rápidamente tras la destrucción de la vegetación; en el intestino, después del tratamiento, predominan microbios de rápido crecimiento, reduciendo la diversidad y funcionalidad del ecosistema.
Afortunadamente, no se borran por completo las bacterias nativas. Algunas colonias resistentes sobreviven en áreas menos alcanzadas por el fármaco y, junto con las bacterias que llegan a través de la dieta y el entorno, ayudan a repoblar el intestino. Sin embargo, recuperar una diversidad completa puede llevar semanas o incluso meses, dependiendo de factores como la edad, el estilo de vida y la frecuencia de uso de antibióticos (Dethlefsen & Relman, 2011).
La dieta como aliado en la recuperación
1. EL PAPEL CRUCIAL DE LA FIBRA
Las bacterias beneficiosas del intestino suelen utilizar la fibra como fuente de energía. Estudios recientes han resaltado que una dieta rica en fibra favorece la diversidad y el crecimiento de estas bacterias(Desai et al., 2016; Makki et al., 2018).
Incluye alimentos ricos en fibra como:
- Verduras: espárragos, alcachofas, cebollas, puerros, ajo, brócoli, espinacas
- Frutas: plátanos, manzanas, peras, frutos rojos
- Legumbres: lentejas, garbanzos, alubias
- Cereales integrales: avena, arroz integral, quinoa
- Frutos secos y semillas: almendras, chía, lino
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo mínimo de 25 gramos de fibra al día para adultos con una dieta saludable, aunque sugiere que un consumo mayor, de entre 25 y 30 gramos diarios, puede aportar beneficios adicionales para la salud.
2. ALIMENTOS FERMENTADOS (PROBIÓTICOS NATURALES)
Los alimentos fermentados, contienen comunidades de bacterias y levaduras que pueden contribuir a reponer las especies benéficas del intestino. Aunque la evidencia es todavía limitada, estos alimentos podrían complementar la dieta en momentos de recuperación. como el kimchi, el kéfir, el yogur o la
Incluye alimentos fermentados como:
- Yogur natural sin azúcar
- Kéfir
- Chucrut, kimchi y encurtidos fermentados naturalmente
- Miso y tempeh
- Kombucha
3. ALIMENTOS CON COMPONENTES BIOACTIVOS
Los alimentos con componentes bioactivos son aquellos que, más allá de su valor nutricional, tienen efectos beneficiosos en la salud.
Incluye alimentos antiinflamatorios y ricos en polifenoles como:
- Té verde y té negro
- Cacao puro (>85% de cacao)
- Aceite de oliva virgen extra
- Frutos rojos, uvas y cítricos
- Especias como cúrcuma y jengibre
4. EL DEBATE SOBRE EL USO DE PROBIÓTICOS
Hace más de una década, se pensaba que los suplementos probióticos podían ayudar a mitigar efectos secundarios como la diarrea y los calambres inducidos por los antibióticos. Sin embargo, investigaciones más recientes han cuestionado esta estrategia. Estudios actuales sugieren que la administración de probióticos podría no favorecer la recuperación del microbioma y, en algunos casos, incluso retrasarla. La hipótesis es que al introducir un grupo limitado de especies bacterianas, estas pueden competir con las bacterias nativas por espacio y nutrientes, produciendo incluso sustancias que inhiben el crecimiento de estas últimas (Suez et al., 2018).
Los probióticos probablemente no causan daño, pero tampoco garantizan una recuperación completa del microbioma tal como era antes del tratamiento.
* Como siempre, antes de realizar cambios significativos en la dieta o iniciar suplementos, es fundamental consultar a un profesional de la salud que pueda asesorarte de manera personalizada.
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