Se remoja el arroz desde el día anterior y se muele dos veces, formando una masa que se disuelve con la leche. La guanábana se pela, se le sacan las pepas y se licúa con el agua. Se unen las dos mezclas y se ponen a hervir al fuego moderado hasta que espese su consistencia.
En un molde se pone primero una capa de galletas remojadas en vino, después una capa de la mezcla y en la superficie otra capa más de galletas.