Uno de los postres que más me gusta en otoño es el flan de castaña y me he dado cuenta que no lo tenía en el blog. No es nada complicado de elaborar y menos ahora que podéis encontrar en el súper las castañas ya congeladas, perfectas para realizar este tipo de recetas. El viernes os prometo otra receta con castañas, pero en esta ocasión será salada.
Lo primero que haremos es poner a precalentar el horno a 180º. A continuación en un cazo ponemos a hervir a fuego lento la leche, con las castañas descongeladas, el azúcar, la piel del limón, una pizca de azúcar vainillada y una ramita de canela. Cuando empiece a hervir retiramos el cazo del fuego y añadimos los huevos. Quitamos del cazo la piel del limón y la ramita de canela y mezclamos bien con la batidora.
Ahora cubrimos el fondo de los moldes con caramelo líquido y echamos la mezcla sobre ellos. Yo he utilizado moldes especiales para flanes de silicona, pero cualquier flanera que tengáis os puede venir bien.
Ponemos en el horno al baño maría durante 40 minutos aproximadamente, para que cuajen. Una vez transcurrido este tiempo, los dejamos reposar hasta que estén a temperatura ambiente y después los conservamos en el frigorífico.
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