Muy buenas discapas y discapos hoy os traigo un delicioso helado de limón casero, hecho solamente con 3 ingredientes y sin necesidad de máquina heladera.
En este recipiente tengo 200 mililitros de leche condensada a la que le voy a añadir la ralladura de un limón. Vamos rallando el limón con cuidado de no llegar a la parte blanca del limón porque amarga.
Ahora vamos a sacarle el zumo al limón y añadirselo a la leche condensada, usaremos un colador para que no caiga ni la pulpa ni las posibles semillas que pueda tener el limón. Si queréis le podéis añadir más limón para que tenga un sabor mucho más potente a limón.
Mezclamos la leche condensada con el zumo de limón hasta que quede todo bien integrado. Si veis que la mezcla va espesando, no os preocupéis, es normal. Cuando tengamos una mezcla con una textura como esta, reservamos.
En este otro recipiente, tengo 300 mililítros de nata para montar. La nata para que monte bien es recomendable que esté muy fría. Yo la voy a montar con unas varillas eléctricas, pero si no tenéis varillas eléctricas podéis montarla con unas varillas de mano, tardaréis más, pero el resultado será el mismo. Tampoco hace falta montarla demasiado, simplemente en cuanto veáis que se forman picos en la nata ya estaría.
Ahora vamos a añadir la mezcla de la leche condensada a la nata montada, rebañamos bien, y a continuación vamos a mezclarlo todo con movimiento envolventes. Metemos la espátula y giramos de abajo hacia arriba.
Ahora que ya tenemos todo bien mezclado, lo vertemos en un recipiente, procurando que quede lo más liso posible. Le ponemos la tapa al recipiente y lo metemos en la nevera unas 8 horas como mínimo. Yo lo voy a dejar toda la noche.
Una vez que ya está congelado nuestro helado, lo servimos en unas copas o donde queráis y ya estaría listo para comer.