Batir los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que esté espumoso y la mezcla casi haya doblado su volumen.
Añadir el aceite y la leche y seguir batiendo. Agregar la harina con la levadura tamizada y mover suavemente con una espátula.
Dejar reposar en la nevera 6 horas.
Transcurrido ese tiempo, sacar la mezcla de la nevera, remover un poco e ir llenando los moldes de magdalenas ¾ de capacidad, ya que si no se salen al hornearlas. Espolvorear azúcar por encima.
Precalentar el horno a 250 grados e introducir la bandeja con las magdalenas en la tercera altura contando desde arriba y bajar el fuego a unos 210 grados durante unos 17 minutos. ¡A comer!
Comentarios de los miembros:
Muy buenas, ricas. Me encantan.