Adiós teflón, hola acero inoxidable: La guía definitiva para dominar las sartenes libres de tóxicos

El peligro silencioso de las sartenes de Teflón

Numerosos estudios científicos han demostrado que el teflón y otros recubrimientos antiadherentes pueden liberar PFOA y PFAS, sustancias perfluoradas vinculadas a enfermedades graves como cáncer, afecciones hepáticas y trastornos hormonales. No se trata de una alarma infundada: en 2015, tras una serie de demandas millonarias y evidencias científicas alarmantes, entre los que se encuentra los publicados por la American Cancer Society, la industria se vio obligada a eliminar el PFOA de sus productos. Sin embargo, los sustitutos utilizados siguen generando dudas en la comunidad científica.

El acero inoxidable: La mejor alternativa

Ante esta amenaza silenciosa, cada vez más cocineros—profesionales y aficionados—han optado por una solución segura y duradera: las sartenes de acero inoxidable. Libres de tóxicos y prácticamente indestructibles, han sido durante décadas la elección de los mejores chefs del mundo. Sin recubrimientos peligrosos ni microplásticos, representan una inversión en salud y sostenibilidad.

Pero hay un problema: muchos se frustran al usarlas por primera vez.

Una transición nada evidente

A diferencia de las sartenes antiadherentes, las de acero inoxidable requieren ciertas técnicas para evitar que los alimentos se adhieran a la superficie. Si alguna vez intentaste cocinar con una de estas sartenes y terminaste con la comida pegada, la superficie ennegrecida o incluso cuestionando tu compra, no estás solo. Pero no te preocupes: dominar el acero inoxidable es más fácil de lo que parece.

A continuación, te explicamos paso a paso cómo usar correctamente una sartén de acero inoxidable, evitar que los alimentos se peguen y sacarle el máximo partido a esta herramienta de cocina que puede cambiar tu manera de cocinar (y tu salud) para siempre.

Guía definitiva para usar sartenes de acero inoxidable

1. Precalentamiento adecuado

Antes de cocinar, calienta la sartén vacía a fuego medio durante 2-3 minutos. Este paso permite que el acero se expanda y cierre los poros microscópicos, creando una superficie menos adherente.

2. La Prueba de la gota de agua

Para asegurarte de que la sartén ha alcanzado la temperatura ideal, salpica unas gotas de agua sobre la superficie. Si el agua se evapora de inmediato, la sartén aún está fría. Si las gotas forman pequeñas esferas que se deslizan por la sartén, está lista para usar.

3. Añadir el aceite en el momento justo

Una vez caliente, retira la sartén del fuego y deja que se enfríe ligeramente para evitar que el aceite (u otra grasa) se queme. Luego, añade el aceite y distribúyelo uniformemente antes de volver a colocar la sartén al fuego.

4. Cocción sin estrés: Controla la potencia del fuego

Evita usar temperaturas extremadamente altas. El acero inoxidable retiene muy bien el calor, por lo que cocinar a fuego medio o medio-alto es suficiente para dorar los alimentos sin que se adhieran.

5. Uso de utensilios apropiados

Aunque el acero inoxidable es altamente resistente, se recomienda utilizar utensilios de madera, silicona o acero inoxidable para prolongar la vida útil de la sartén.

6. Limpieza y mantenimiento correctos

Después de cocinar, deja que la sartén se enfríe antes de lavarla. Nunca la sumerjas en agua fría inmediatamente, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden deformarla. Para eliminar residuos persistentes, puedes hervir agua dentro de la sartén durante unos minutos o frotar con una esponja y bicarbonato de sodio.

7. Curado de la sartén

Aunque no es estrictamente necesario, curar la sartén puede mejorar sus propiedades antiadherentes. Para ello:

• Aplica una fina capa de aceite en la sartén limpia y seca.
• Caliéntala en el horno a 180°C durante una hora.
• Déjala enfriar y retira el exceso de aceite con un paño.
• Con el tiempo, tu sartén se volverá más antiadherente de forma natural.

Cocina con seguridad y saca el máximo provecho a tu sartén

Las sartenes de acero inoxidable son una inversión en salud y durabilidad. Si bien su uso puede parecer complicado al principio, con la técnica adecuada pueden convertirse en tu mejor aliada en la cocina.

Si hasta ahora has confiado en las sartenes antiadherentes, tal vez sea el momento de considerar un cambio. Tu cuerpo (y tus recetas) te lo agradecerán.