Novedades de primavera en la frutería y cómo aprovecharlas al máximo

Con la llegada del equinoccio de primavera, el 20 de marzo de 2025, los días se alargan, el sol comienza a calentar el ambiente y la naturaleza se despierta, regalándonos una explosión de colores y sabores. Las frutas y verduras de temporada no solo enriquecen nuestros platos con su sabor auténtico, sino que también ofrecen importantes beneficios para la salud y el medio ambiente. Pero, ¿qué delicias primaverales nos esperan en la frutería? Vamos a ver qué podemos encontrar en este artículo.
Novedades de primavera en la frutería
Con la llegada de la primavera, los puestos de las fruterías se llenan de nuevos ingredientes frescos y nutritivos. Estas son algunas de las delicias que encontrarás:
1. Fresas

Dulces, jugosas e irresistiblemente fragantes, las fresas son una de las primeras frutas en aparecer con la primavera. Además de deleitar el paladar, son una auténtica bendición para la salud. Ricas en vitamina C, antioxidantes y fibra, ayudan a reforzar el sistema inmunitario y a combatir el envejecimiento celular.
¿Qué hacer con las fresas?
- Al natural: basta con lavarlas y comerlas solas o con un toque de limón para resaltar su sabor.
- Ensalada de frutas: combínalas con otras frutas de temporada o con verduras frescas como espinacas y rúcula para una mezcla sorprendente.
- Smoothies y batidos: mézclalas con yogur o leche vegetal para obtener una bebida fresca y llena de vitaminas.
- Dulces y postres: úsalas para preparar tartas, pasteles de queso, tiramisú primaveral o simplemente sírvelas con nata montada o chocolate negro fundido.
- Confituras y mermeladas: perfectas para conservar el sabor de la primavera todo el año.
2. Espárragos

Esta verdura tan útil es una excelente fuente de fibra, ácido fólico y vitaminas A, C y E. Además, tiene propiedades diuréticas y depurativas, ideales para potenciar el bienestar del cuerpo con la llegada de la primavera.
¿Qué hacer con los espárragos?
- A la plancha: quedan ideales con un chorrito de aceite y unas virutas de parmesano.
- Al vapor: mantienen intactas sus propiedades nutritivas y se pueden aliñar con una deliciosa salsa mousseline.
- Salteados: con ajo, guindilla o especias para una guarnición rápida y sabrosa.
- En ensaladas frescas: troceados y combinados con queso, frutos secos o cítricos para cosneguir una mezcla equilibrada de sabores.
- Primeros platos: no dudes en utilizarlos para hacer suculentas cremas, acompañarlos con unas gambas en un risotto o incluirlos en unas croquetas.
- Con huevos: la clásica combinación con huevos revueltos o pasados por agua realza su delicado sabor.
3. Guisantes frescos

Dulces, tiernos y con un sabor delicado, los guisantes frescos son un verdadero aliado en la cocina primaveral. Ricos en proteínas vegetales, fibra y vitaminas del grupo B, favorecen la digestión y contribuyen al bienestar del organismo. Además, su bajo contenido calórico y su alta concentración de antioxidantes los convierte en una opción ideal para una dieta equilibrada.
¿Qué hacer con guisantes frescos?
- Como guarnición: salteados con mantequilla y cebolla, o con beicon crujiente para un sabor más intenso.
- En ensalada: crudos o escaldados, combinan bien con queso feta, tomates cherry, rúcula y semillas para un plato ligero y nutritivo.
- En platos de pasta: perfectos para acompañar pasta fresca, tal vez con jamón cocido y nata para una versión clásica.
- Para aperitivos: puedes hacer un falso guacamole de guisantes ideal para dipear o unos buñuelos de guisantes y feta, fantásticos para compartir.
- En cremas: ideales para platos delicados y cremosos, con un toque de yogur griego o requesón para un sabor más rico.
4. Rábanos

Con su sabor ligeramente picante y su textura firme, los rábanos aportan frescura a la cocina primaveral. Estas pequeñas hortalizas de color intenso y pulpa jugosa no solo dan carácter y color a las ensaladas, sino que también ofrecen valiosas propiedades. Son una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a reforzar el sistema inmunitario, mientras que sus propiedades depurativas favorecen la eliminación de toxinas y mejoran la digestión.
¿Qué hacer con los rábanos?
- En ensalada: cortados en rodajas finas, aportan un toque crujiente y un sabor picante a las ensaladas, combinados con pepinos, zanahorias y pipas de girasol.
- Salteados: dorados con mantequilla y especias, pierden parte de su acritud y adquieren una textura suave y sabrosa.
- Crudos con hummus o queso crema: perfectos para un aperitivo ligero y saludable, mojados en hummus o yogur cremoso con hierbas.
- En sopas: aunque no es lo más habitual, los rábanos pueden añadirse a sopas ligeras para darles un toque de frescura y color.
- Como guarnición: sus finas láminas decoran y enriquecen canapés, bruschettas y platos de pescado.
5. Alcachofas

Ricas en fibra, antioxidantes y minerales esenciales como el magnesio, el potasio y el hierro, las alcachofas son una bendición para el organismo. Conocidas por sus propiedades digestivas y depurativas, favorecen la salud del hígado y ayudan a regular los niveles de colesterol en sangre. Su sabor único y su versatilidad en la cocina las convierten en un ingrediente perfecto para muchas recetas.
¿Qué hacer con alcachofas?
- Hervidas o al vapor: ideales para conservar sus nutrientes, se pueden aliñar con aceite de oliva virgen extra, limón y perejil.
- A la plancha: cortadas por la mitad y cocinadas con un chorrito de aceite y sal, se convierten en una deliciosa guarnición.
- Fritas: a la romana o rebozadas, crujientes por fuera y blandas por dentro, son una verdadera delicia.
- Rellenas: con una mezcla de pan rallado, queso, ajo y perejil, y cocidas al horno, se transforman en un sabroso plato principal.
- Guisadas: cocidas lentamente con tomate, cebolla y especias, acompañan perfectamente platos de carne o pescado.
- En ensalada: crudas y cortadas en rodajas finas, aliñadas con virutas de parmesano, aceite y limón, ofrecen una ensalada fresca y crujiente.
¿Por qué elegir frutas y hortalizas de temporada?
Consumir productos de temporada significa disfrutar de alimentos más frescos, sabrosos y ricos en nutrientes. Al ser recolectados en su momento óptimo, ofrecen el máximo contenido en vitaminas y minerales. Además, elegir productos de temporada reduce el impacto medioambiental, fomenta la agricultura sostenible y apoya la producción local. ¡Un beneficio para tu salud y para el planeta!
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