Primero de todo debemos cortar el bacalao en trozos regulares (excepto en el caso que sea desmigado). El siguiente paso es proceder a enharinarlo y pasarlo por huevo. Para enharinar que recomiendar es poner un poco de harina en una bolsa que tengáis que os sobre y poner los trozos de bacalao dentro.
Con esté método evitáis ensuciar más harina de la necesaria y además conseguís que todos los trozos queden bien impregnados pero sin un exceso. Después una vez los tengáis enharinados, los pasamos por huevo de formas que todos los lados queden bien cubiertos por éste.
Lo ponéis en la freidora bien caliente (si no tenéis freidora, en una cazuela honda que el aceite pueda cubrir bien los trozos de bacalao) para conseguir una cocción uniforme. En casa el bacalao no lo cocemos mucho, pues nos gusta que no quede reseco, aproximadamente lo tuve entre 1 minuto y 1 minuto y medio, pero si vosotros lo queréis más cocido, dejadlo friendo más tiempo. Id poniendo el bacalao en diversas etapas para evitar que el aceite baje de temperatura.
Una vez esté doradito, lo retiramos y dejamos escurrir el exceso de aceite con un papel absorbente. Y ya tenemos la tapa para 4 personas lista para emplatar: Como guarnición poner un poco de tomate aliñado con aceite de olivas negras, pero podéis hacer muchas variaciones diferentes. Otro ejemplo sería poner una base de tomate confitado.
Otra propuesta es hacer el rebozado poniéndole a la harina un poco de pimentón, el contraste que queda resulta muy bueno. También podéis presentar los pinchos en una brocheta para hacer una presentación más en plan de aperitivos.