Cortamos finamente la cebolla, añadimos un poco de sal, y la sofreímos en una salten con una nuez de mantequilla hasta que quede transparente.
Incorporamos el vino blanco y dejamos evaporar. Añadimos los macarrones y freímos removiendo durante 2 minutos. A continuación los cubrimos de leche y dejamos hacer hasta que estén ardentes.
Aparte hacemos la salsa : En un cazo ponemos 150 ml de leche, el queso mascarpone, el queso de cabra y el chocolate blanco, llevamos lentamente a ebullición sin dejar de remover.
Dejamos reducir hasta que tenga la consistencia de una salsa ligera. Vertemos sobre los macarrones y adornamos con un poco de chocolate negro rallado.