Vertimos en la cubeta de la panificadora los ingredientes por este orden : agua, aceite de oliva (un chorro), sal, la harina y la levadura seca.
Programamos la panificadora en el programa de amasado y levado y lo iniciamos. Dura aproximadamente 1 horas 30 minutos.
Tras finalizar el programa, vertimos en una superficie enharinada la masa y la trabajamos un poco para que pierda el gas la doblamos varias veces sobre si misma. Dividimos la masa en cuatro porciones en más si queremos hacer panes más pequeños y la extendemos.
Si nuestra intención es hacer chapatas clásicas, la extenderemos hasta obtener unas barras de un centímetro de espesor aproximadamente, como se ve en la fotografía de abajo, y untamos la superficie con aceite de oliva.
Precalentamos el horno con aire a unos 210 grados, introducimos las barras en el horno y de vez en cuando pulverizamos el interior con agua. Al cabo de unos 20 minutos o hasta que veamos que están doradas, ya tendremos las chapatas. Antes de comerlas, las dejaremos enfriar en una rejilla.