La semana pasada, de compras en la frutería, me fijé en que vendían unos vinagres balsámicos ideales para aliñar y darle vidilla a las ensaladas que se avecinan (digo que se avecinan si el buen tiempo tiene valor para dar la cara, que no hace más que esconderse y a nosotros nos siguen apeteciendo más los platos de cuchara que las refrescantes ensaladas, aunque yo soy una incondicional de estas últimas).
Lavamos bien las fresas, les quitamos el pedúnculo y las cortamos a la mitad.
Ponemos en un recipiente lo suficientemente grande el vinagre y las fresas.
Lo dejamos macerar al menos dos horas pero yo, como soy así y lo dejé casi 24 porque me lié con otras cosas y ya no pude ponerme hasta el día siguiente.
Pasamos todo a un cazo que podamos poner en el fuego y añadimos el azúcar.
Cuando rompa a hervir, bajamos la temperatura y lo dejamos entre 10 y 15 minutos. Cuidado porque al cocer puede salirse ya que el vinagre sube un montón.
Dejamos reposar hasta que se temple un poco y entonces lo colamos con un colador fino, para que no pasen los posos. Aplastamos bien las fresas que estarán muy blandas, para que pase todo su saborcito y su aroma.
Pasamos la mezcla a unos botes que hayamos limpiado bien previamente y dejamos que se enfríe del todo. Con esto ya estará listo para usar y hacer más sabrosas vuestras mejores ensaladas.
Comentarios de los miembros:
No se debe hervir la fresa. Solo hay que dejarlas tres semanas removiendo cada dos dias.