Colocamos, por un lado, las butifarras en una sartén, sin ni aceite ni nada, a fuego medio. En un segundo van a empezar a chillar y alborotarse, pero cederán, y soltarán grasilla seductora. Removemos.
Cuando ya cogen colorcito, se añade el vino, y se dejan al chupchup hasta que se consume.El vino se carameliza y juntos hacen maravillas.
Por otro lado hervimos el brécol en caldo de pollo, sal y pimienta. En nuestro caso lo dejo siempre muy enterito, que se perciban sus texturas, no hervido y pasado.