Lo primero será poner los dientes de ajo en un mortero con un puñado de sal (al gusto, siempre es mejor percar de menos que de más). Se machaca todo bien y se adoban los trozos de cabrito por todos los lados. Se deja media hora. Se pone a calentar una sartén amplia cubriendo el fondo con 1 cm de aceite de oliva suave. Ponemos una miga (la amiga) para quitarle el sabor fuerte al aceite y controlar que ya esté bien caliente. El fuego a tope (9 de 9 en mi vitro).
Cuando el aceite esté bien caliente sacamos un poco para la olla donde vamos a guisar el cabrito. No podemos dejar la sartén muy seca (nunca menos de 1/2 cm de profundidad de aceite porque sino el cabrito se nos pega al pasarlo). Una vez hecho esto y con el aceite bien caliente sacamos la miga de pan y empezamos a dorar los trozos de cabrito. Para dorarlos bajaremos el fuego, no mucho (al 8 de 9 en mi vitro).
Doramos bien los trozos de cabrito por todos lados. Si, como a mi madre, que no machacó bien los ajos, se os quedan trocitos de ajo en el aceite, intentad sacarlos con una espumadera, que luego se queman y le dan mal sabor al aceite. Según estén dorados los trozos de cabrito los pasamos a la olla donde vayamos a guisarlos. Según tengamos suficientes trozos como para cubrir el fondo añadimos una cebolla grande pelada y partida a la mitad y un pimiento rojo entero (tuvimos que cortarlo porque se estaba estropeando y hubo que sacarle alguna parte) bien lavadito y seco.
Cuando ya tengamos todo el cabrito dorado ponemos en un vaso medio vaso de vino blanco (en nuestro caso Godello). Con un poco del vino aprovechamos los ajos que nos quedaron en la bandeja de adobar el cabrito y se lo echamos por encima a la carne dorada. El resto del vino se lo echamos también a la carne. Subimos el fuego de la olla a medio-alto (6 de 9 en mi vitro) para que empiece a hervir y dejamos destapado cociendo unos 10 minutos para que evapore el alcohol.
Pasado este tiempo tapamos la olla y bajamos el fuego todo lo que podamos sin que deje de hervir (nosotros al 3 de 9) y a partir de ahí lo dejamos hacer muy despacito hasta que la carne esté tierna, moviéndolo de vez en cuando. Nosotros lo dejamos dos horitas. Listo!! Solo queda retirar del fuego y servir. Si quereis, una vez frío, podeis congelar tuppers de cabrito para sacarlos cuando los necesiteis. Si lo congelais el mismo día que lo habeis hecho al descongelarlo y calentarlo en una olla pequeñita quedará perfecto.
También vale para una cena con invitados. Podeis dejarlo hecho del día anterior y hacer el mismo día el acompañamiento. En casa solemos ponerlo con patatas fritas, pero un puré de patatas también le queda bien, así como unos pimientos rojos asados. Nosotros los pusimos caseros. Buenísimo!!
:) Nos alegra mucho que te guste tanto esta receta tan tradicional. Un saludo del equipo y feliz fin de semana :)