Se coloca la harina de garbanzo en un bol. Se le agrega el agua y el aceite y se bate con un batidor de alambre hasta que quede sin grumos, ahora se incorporan la sal, pimienta y cebollita de verdeo. Se lleva esta preparación 3 horas a la heladera para que repose, si están apurados, dejen el líquido como mínimo 1 hora reposando.
Enciendan el horno a 200º c y calienten el molde para la fainá con un poco de aceite de oliva (2 cucharadas), tiene que estar bien caliente para que no se pegue. Coloquen en él la mitad de la preparación y cocinen en el horno hasta que esté firme pero no cocida del todo.
Una vez que la sacan del horno, coloquen el queso, los tomates, las aceitunas y por último las hojitas de albahaca. Acomodado el relleno, viertan la mitad restante de la preparación, lentamente para no desparramar demasiado las aceitunas.
Y de vuelta al horno hasta que se cocine y se dore la fainá. Esperen a qué se enfríe para sacarla del molde, en caliente tiende a pegarse, pero si están muy apurados como yo, traten de hacerlo con cuidado!!
La harina de garbanzos es un alimento muy nutritivo, cualquier elaboración con esta harina proporciona altas dosis de proteínas, hidratos de carbono, minerales, vitaminas y fibra, mientras que su aporte en calorías es similar al de la harina de trigo o de maíz.