Si te gusta la pizza pero quieres eliminar las harinas de tu dieta, porque eres diabético, celiaco o quieres cuidarte, esta es la solución, también podría llamarla tortilla vaga, porque en realidad lo es, una tortilla que se cocina sin darle la vuelta y que se cuaja tapándola a fuego bajo, pero en este caso el nombre de torti-pizza parece que le pegaba más.
Primero prepara lo que vas a necesitar, corta el tomate en rodajas gorditas, el queso también, y el jamón de york lo picas al tamaño que más te guste.
Pon el tomate en una sartén a fuego bajo con unas gotas de aceite y cocínalo hasta que veas que empieza a cocerse. Bate los huevos con sal y pimienta y vuélcalos sobre el tomate, pon la tapa y sigue cocinando a fuego bajo hasta que esté medio cuajada.
Destapa y coloca por encima el queso y el jamón, espolvorea el orégano y tapa de nuevo, no la retires del fuego hasta que veas que el huevo está cuajado pero cremoso, ese es el punto ideal, pero si te gusta más cuajada déjala en la sartén un poquito más.
Si la haces de un solo huevo por persona puede ser un entrante muy rico, y sobre una rebana de pan tostado incluso un aperitivo original.