Fieles a nuestro encuentro con la cocina internacional, hoy tenemos un pastelito de origen turco, el Baklava, que podréis encontrarlo (con otros nombres) en más países árabes, en la India e incluso en los países balcánicos.
Para los que habéis ido a Turquía, o simplemente lo habéis comido en algún restaurante aquí, reconoceréis que está delicioso, aunque no es apto para los que no sean muy golosos, ya que como buen dulce árabe, es bastante empalagoso. La verdad que una vez hecho, nos sabía igual que lo
En un bol mezclamos las nueces y los pistachos picados con la canela y el azúcar. Reservamos.
Cogemos un molde o bandeja con bordes altos . Untamos el interior con mantequilla fundida. Extendemos encima 2 hojas de pasta filo. Las untamos con un poco de mantequilla. Añadimos una porción de la mezcla de frutos secos, azúcar y canela.
Colocamos encima 2 hojas de pasta filo y repetimos el proceso hasta terminar con los ingredientes, finalizando con 2 hojas juntas de pasta filo untadas con mantequilla.
Marcamos las porciones con una espátula. Horneamos a 180ºC durante 30-45 minutos.
Almíbar: Cocemos agua, miel y las cáscaras de naranja y limón durante 3 minutos.
Cuando el pastel esté listo, lo sacamos del horno y lo rociamos con el almíbar.
Dejamos reposar durante 24 horas y listo para comer.