Trituramos las almendras, nueces y pistachos que nos quede granulado. Mezclamos con el azúcar moreno, la canela, nuez moscada, clavos (triturados) y agua de azahar. Reservar.
Desplegamos la masa filo y marcamos sobre ella la base del recipiente donde vamos a preparar la baclava. Cortamos las láminas de ese tamaño y las mantenemos tapadas ya que la masa filo al contacto con el aire se seca muy rápidamente y se nos rompería.
Untamos la base y los laterales del molde con mantequilla derretida y colocamos una lámina de masa filo, untamos de mantequilla... repetimos la operación hasta que hayamos colocado 4 capas. Espolvoreamos con la mezcla de frutos secos. Volvemos a colocar otra capa de masa filo, untamos de mantequilla... así hasta colocar 8 capas de masa filo.
Espovoreamos de nuevo con la mezcla de frutos secos. Colocamos otra capa de masa filo, untamos de mantequilla... así hasta colocar 8 capas. Espolvoreamos con mezcla de frutos secos y colocamos otra capa de masa filo, untamos de mantequilla... así hasta colocar 4 capas. La ultima capa la untamos con agua y luego con mantequilla derretida.
Con un cuchillo marcamos y cortamos las porciones, llegando hasta el fondo de la baklava. Introducimos en el horno precalentado a 180º por espacio de unos 20 minutos.
Mientras tanto hacemos el almibar poniendo en un cazo todos los ingredientes y dejando cocer por espacio de 15 minutos. Retirar y dejar enfriar. Rociar el almibar por encima de la backava. Es importate que el almibar esté frío y la backava caliente para que haya contraste de temperatura. Dejar reposar tapado para que absorba bien el almíbar. A la hora de servir poner pistachos triturados por encima.
Claro prueba a amoldar la receta a tu gusto. No obstante, en general la pastelería oriental es muy dulce debido al uso de dátiles, miel...