Poner al fuego en un cazo los 200 ml. de leche, el azúcar, la esencia de vainilla, el brick de nata y el agar-agar.
Disolver el café soluble en los 50 ml. de leche y añadirlo también al cazo.
Dejar que alcance el punto de ebullición a fuego moderado y retirar reservando.
Cuando se haya enfriado un poco meter en la nevera unas horas.
Antes de la hora de servirla, preparamos la salsa fundiendo el chocolate con la nata al baño María.
De esos 125 ml. reservamos unas gotas para luego decorar.
Desmoldar la panna cotta sirviéndola con la salsa de chocolate alrededor decorada con las gotas de nata reservadas haciendo dibujos y los granos de café bañados en chocolate.