En el supermercado: 5 consejos para elegir una buena salsa de tomate frito
La salsa de tomate es uno de los ingredientes más versátiles y utilizados en la cocina de todos los hogares. Se usa en pastas, pizzas, guisos, sofritos, y muchas otras recetas. Pero no todas las salsas de tomate que encontramos en los supermercados son iguales en términos de calidad nutricional y sabor. En este artículo vamos a conocer, basándonos en los consejos de nutricionistas y expertos gastronómicos, cómo elegir una buena salsa de tomate y veremos cuáles son los puntos clave a tener en cuenta a la hora de seleccionar este producto.
1. El porcentaje de tomate: Cuánto más, mejor
Uno de los consejos más relevantes que resaltan los expertos es que, al elegir una salsa de tomate, debemos prestar atención al porcentaje de tomate que contiene. Este debe ser lo más alto posible, ya que es un indicador de la cantidad de tomate real que se utiliza en la elaboración del producto. Por tanto, lee con atención las etiquetas y busca salsas que tengan al menos un 80% de tomate en su composición. Esto asegura que la salsa tenga una base sólida de tomate y no esté diluida con agua o almidones. Chefs como Jamie Oliver recomiendan utilizar siempre salsas con ingredientes frescos y sin conservantes. Favorece siempre las marcas que minimicen el uso de aditivos.
2. Ingredientes naturales y sin azúcar añadido
Otro aspecto que la divulgadora científica Marián García, más conocida como Boticaria García, subraya es evitar las salsas con azúcar añadido. Muchas salsas comerciales contienen azúcares y edulcorantes para equilibrar la acidez del tomate, pero esto puede ser perjudicial para quienes buscan una alimentación más saludable. Los expertos coinciden en que el sabor del tomate natural no necesita tanto azúcar si se utiliza un buen producto base. Una buena salsa de tomate debe tener en torno a un 7% de azúcar o menos. De nuevo, revisa la lista de ingredientes y opta por salsas que no incluyan azúcar o que lo tengan en mínimas cantidades. Idealmente, los ingredientes de una buena salsa de tomate deberían ser simples: tomate, aceite de oliva, sal y especias. En la gastronomía italiana tradicional, los chefs como Massimo Bottura sugieren añadir una pequeña cantidad de zanahoria o cebolla para contrarrestar la acidez del tomate de manera natural, en lugar de añadir azúcar.
3. El tipo de aceite: Oliva virgen extra, siempre que sea posible
El aceite es otro ingrediente fundamental en la salsa de tomate. Boticaria García aconseja optar por aquellas que usen a ceite de oliva virgen extra (AOVE) en lugar de aceites de baja calidad, como el de girasol o las grasas vegetales hidrogenadas. Aunque este tipo de salsas, elaborados con aceite de oliva, sean un poco más caras, sus propiedades antioxidantes y su sabor son incomparables. Según el chef italiano Gennaro Contaldo, utilizar AOVE no solo mejora el valor nutricional de la salsa, sino que también intensifica los sabores naturales del tomate.
4. El contenido de sal: Moderación ante todo
La sal es un potenciador del sabor, pero muchas veces las salsas de tomate comerciales abusan de su cantidad, por lo que es recomendable revisar la etiqueta nutricional y elegir salsas que tengan un contenido de sal moderado, idealmente no más de 1 gramo por cada 100 gramos de producto. Muchas marcas comerciales buscan métodos más saludables para intensificar el sabor de la salsa y contrarresten esta falta de sal haciendo uso de hierbas aromáticas frescas como albahaca, orégano o tomillo.
5. Salsas artesanales y hechas en casa: La mejor opción
Si bien las salsas industriales pueden ser prácticas, muchos chefs y nutricionistas coinciden en que hacer salsa de tomate casera es la opción más saludable y deliciosa. Favorece siempre que te sea posible las recetas caseras, ya que de esta forma se tiene control absoluto sobre los ingredientes y se evita el uso de conservantes o aditivos innecesarios. Hacer una salsa de tomate básica casera es muy simple. Solo necesitas 3 ingredientes: tomates maduros, AOVE, sal. Cocinar a fuego lento durante 20-30 minutos y listo. Si no tienes tiempo de hacer tu propia salsa casera prioriza la compra de marcas artesanales que usen métodos tradicionales y conserven los ingredientes lo más naturales posible.
En otras palabras
Elegir una buena salsa de tomate no solo mejora el sabor de nuestros platos, sino que también impacta en nuestra salud. Siempre que puedas Prioriza las salsas con alto contenido de tomate, sin azúcares añadidos, con aceite de oliva virgen extra y un contenido moderado de sal. Y cuando tengas tiempo, no dudes en preparar tu propia salsa casera para disfrutar del verdadero sabor del tomate.
Hora de ponerse el delantal
Como decíamos, la salsa de tomate se utiliza en infinidad de recetas. Aquí te dejamos algunas de nuestras favoritas ¡Deseamos que os gusten!