Hoy os traigo, otra receta de temporada. Aunque habitualmente, la batata la preparo en la chimeneita asada. Esta vez, la vamos a preparar en un riquísimo pastel con una deliciosa cobertura.
Preparamos primero la masa en un bol. Mezclamos la harina con la mantequilla o la margarina derretida en el microondas, o al fuego. De esta manera, es más sencillo mezclar. Amasamos hasta conseguir una masa perfecta. Reservamos en lugar fresco durante 1 hora.
Mientras esperamos. Pelamos las batatas. Las cortamos después en trozos más o menos grandes. En una cazuela, las cubrimos de agua y las cocemos durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, estarán listas para preparar la crema. Picamos bien las batatas. Si tenemos un utensilio picador, como los de las batidoras, mejor, así el picado es más uniforme. En un bol o vaso grande, mezclamos bien todos los ingredientes. Las batatas picadas, los huevos, el azúcar y una cucharadita de azúcar avainillado. Pondremos también una cucharadita de canela en polvo, dos si nos gusta mucho el sabor y dos cucharadas de maicena, que le darán consistencia a la crema. Batimos con la batidora.
Extendemos con el rodillo, la masa que ya ha reposado lo suficiente. Cubrimos de mantequilla o margarina la bandeja para el horno. Estirada la masa, la colocamos en la bandeja, la asentamos bien y la pinchamos un poco para que no suba con la cocción. Añadimos la crema y metemos la bandeja en el horno caliente.
Horneamos durante unos 40 minutos aproximadamente, a unos 170º C. Siempre, siempre vigilando el horneado.
Mientras tenemos el horno funcionando, en otra cazuela. Ponemos el azúcar y el zumo de las mandarinas. Removemos despacio pero sin pausa a fuego lento, hasta conseguir una cobertura espesa. Nos llevará un ratito.
Cuando esté lista la tarta y antes que enfríe, la cubrimos con la cobertura de mandarina. Así conseguiremos que no se nos abra al enfriarse. Dejamos reposar.