La tarta de oreo helada es una delicia.
¡Imagináis una galleta grande y cremosa, con textura suave y llena de sabor! Pues eso es lo que conseguimos, es muy fácil de preparar y tendremos sabroso capricho para cualquier momento: cumpleaños de los niños, merienda chik, trocito de cena con barbacoa…. y para todas las edades.
Separar las galletas del relleno, trituramos la galleta y guardar el relleno para luego. Dividir las galleta triturada en dos partes iguales, una mitad usamos para hacer la base de la tarta y la otra mitad la dividimos en dos partes iguales, una de esas partes la guardaremos para cubrir la tarta al final y la otra parte para añadir en la masa helada de relleno.
Cubrir la base del molde con papel de hornear (la mía es de 24 cm). Fundir la mantequilla y añadir la mitad de las galletas, remover y cubrir con la mezcla fondo del molde prensando con una cuchara.
Meter las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten mientras preparamos Merengue suizo: en un bol metálico limpio calentamos las claras con 100 gr de azúcar, cuando llega a unos 40º C batimos con varilla eléctrica.
Escurrimos las hojas de gelatina hidratada y calentamos para diluir con el relleno de las galletas y dos cucharas de nata, una vez diluido añadir al merengue y remover con cuchara. Montar la nata con 160 gr de azúcar. Mezclar la nata con merengue y la parte de galleta triturada, rellenamos el molde y lo guardamos en el congelador un par de horas. Una vez congelada nuestra tarta-helado espolvoreamos con el resto de galletas triturada que tenemos reservada y decoramos al gusto.