Comer sano sin arruinarse: ¡descubre los alimentos saludables más económicos!
En un mundo en el que la vida es cada vez más cara, comer sano sin arruinarse se ha convertido en un reto para muchos... Afortunadamente, hay alimentos baratos, nutritivos y fáciles de preparar. Te mostramos una selección de estos "chollos" que te permitirán nutrirte saludablemente, cuidar tu salud, sin que se resienta demasiado el bolsillo :)
1. Legumbres y cereales integrales: aliados imprescindibles
- Legumbres secas: la proteína vegetal imprescindible
Las legumbres secas (lentejas, garbanzos, alubias, etc.) son las aliadas perfectas para una alimentación equilibrada y económica. Además de ser ricas en proteínas vegetales y fibra, tienen la ventaja de ser baratas. Pueden sustituir fácilmente a la carne en tus platos, sin dejar de aportar nutrientes esenciales. Inclúyelas en tu dieta dos o tres veces por semana para una alimentación variada y sana.
Truco: las lentejas y los guisantes partidos no necesitan remojo previo, lo que ahorra tiempo en la cocina.
- Cereales Integrales: alimentos económicos y nutritivos
El arroz integral, la pasta integral y la sémola no sólo son económicos, sino también muy nutritivos. Estos alimentos ricos en almidón son más ricos en fibra que sus versiones refinadas y ofrecen mayor saciedad. Cómelos al menos una vez al día para mantener una ingesta equilibrada de hidratos de carbono complejos.
2. Frutas y hortalizas de temporada: más baratas y mejores para el planeta
- La importancia de comer en temporada
Las frutas y verduras de temporada suelen ser más baratas y de mejor calidad. Aprovecha los productos frescos cultivados localmente, ya que consumen menos energía en su producción y transporte, lo que también es bueno para el planeta.
- Ejemplos de frutas y verduras de temporada:
- Primavera (de marzo a mayo): Fresas, ruibarbo, kiwi, manzanas (fin de temporada), cítricos (fin de temporada), espárragos, alcachofas, zanahorias nuevas, espinacas, rábanos, cebolletas, guisantes.
- Verano (de junio a agosto): Cerezas, frambuesas, albaricoques, melocotones, melones, sandías, ciruelas, tomates, calabacines, berenjenas, pepinos, pimientos, judías verdes, maíz.
- Otoño (de septiembre a noviembre): Manzanas, peras, uvas, membrillos, higos, caquis, castañas, calabaza, calabacín, col, zanahorias, apio, nabos, remolacha, puerros.
- Invierno (de diciembre a febrero): Cítricos, kiwis, manzanas (invierno), peras (invierno), granadas, castañas, coles, puerros, endibias, zanahorias, patatas, nabos, apionabos.
Consejo: Comprar verduras "feas"(peor clasificadas pero igual de buenas) ahorra dinero y reduce el desperdicio de alimentos.
3. Productos lácteos: un clásico económico
La leche, el queso fresco y el yogur natural son productos lácteos asequibles y nutritivos. Aportan calcio y proteínas a un precio asequible. Para evitar el exceso de azúcar, opta por las versiones naturales y añade fruta fresca o compota para un sabor dulce natural.
Consejo: Varía en tu dieta los productos lácteos para no aburrirte y beneficiarte de diferentes nutrientes.
4. Huevos y pescado en conserva: una fuente asequible de proteínas
- Huevos: proteínas a bajo precio
Los huevos son una excelente fuente de proteínas y aminoácidos esenciales. Económicos y muy versátiles, se pueden cocinar de mil maneras diferentes: huevos revueltos, tortillas, huevos escalfados, etc.
- Conservas de pescado: prácticas y económicas
Las conservas de pescado como el atún en lata, las sardinas en conserva o la caballa son una forma ideal de añadir ácidos grasos esenciales y proteínas a tu dieta, sin gastar demasiado.
5. Aceite de colza: buena relación calidad-precio
Rico en omega 3 y vitamina E, el aceite de colza es una grasa bastante económica. Utilizado en pequeñas cantidades, es perfecto para aliñar tus platos o cocinar tus verduras. Es uno de los aceites más asequibles que existen, sin dejar de ser bueno para la salud.
Algunos consejos para ahorrar dinero comiendo sano
- Compra a granel: Algunos productos como las legumbres, el arroz o la pasta se conservan bien, por lo que comprar en grandes cantidades puede ahorrarte dinero a largo plazo.
- Cocina en casa: Preparar tus propias comidas siempre es más barato que comprar platos precocinados, que suelen ser caros y menos saludables.
- Busca promociones: Aprovecha los descuentos en productos frescos al final del mercado o las promociones de los supermercados para ahorrar dinero en la compra.
- Compra de temporada: Como decíamos antes, comprar de temporada además de garantizarnos que las verduras y frutas están en su punto óptimo de consumo salen bastante más económicas.
En pocas palabras
Combinando alimentos económicos, trucos de cocina sencillos y una buena planificación, es perfectamente posible comer sano sin arruinarse. Así que coge tus cacerolas y tus listas de la compra: ¡comer saludable y barato está al alcance de la mano! :)