Cortar calabaza sin pelar es una tarea que a muchos nos resulta difícil. Su corteza dura, su textura firme y su forma irregular la convierten en un auténtico suplicio en la cocina. A menudo parece más una batalla que una preparación culinaria. Sin embargo, hay un truco sencillo y eficaz que puede facilitarte la arriesgada tarea de cortar una calabaza para luego disfrutarla en cremas, bizcochos o simplemente asada.