¿Te apetece un plato reconfortante, perfecto para los fríos días de otoño? Un gratinado de calabaza es justo lo que necesitas. Imagínate capas de calabaza que se funden en la boca, delicadamente gratinadas con parmesano y mozzarella para un resultado ultra cremoso. Este plato es una verdadera delicia para el paladar: suave, sabroso, con un ligero toque dulce de la calabaza que combina a las mil maravillas con el queso fundido. Un plato vegetariano que aporta color y sabor a tus comidas otoñales ¡es hora de celebrar el ingrediente estrella de la temporada! :-)