¿Y tú? ¿Sufres de turofilia?

Si en tu nevera nunca falta un buen pedazo de queso, si una tabla bien surtida te hace más ilusión que un billete a las Maldivas, o si alguna vez has discutido acaloradamente sobre si el queso debe ir antes o después del almuerzo o qué tipo de mermelada le combina mejor, entonces hay muchas probabilidades de que seas un turófilo.
¿Qué es la Turofilia y quién la padece?
¿Que qué es eso? Tranquilo, no es una enfermedad ni una secta secreta de foodies. La turofilia es, simplemente, el amor y la fascinación por el queso. Y si la padeces, no te preocupes, no estás solo. El queso tiene ese efecto: o te apasiona o lo detestas con todas tus fuerzas.
Un turófilo, en pocas palabras, es un amante del queso en todas sus formas, aromas y texturas. La palabra viene del griego tyros (τυρός), que significa queso, y philos (φίλος), que significa amante. Y como no hay amor sin celebración, el Día Internacional del Queso es la excusa perfecta para rendir homenaje a este manjar. Se celebra cada 27 de marzo y, aunque no tengamos festivo nacional (injusticia absoluta) y a nosotros nos guste celebrarlo cada día (como San Valentín), es un buen momento para entregarnos sin culpa a una buena ración de camembert en el aperitivo, parmesano en nuestra pasta o requesón en nuestro postre. Lo que tu corazón y tu estómago te pidan.
Ahora que ya sabes que eres un turófilo (o que tienes a uno cerca), la verdadera pregunta es: ¿hasta qué punto lo eres de verdad? Vamos a comprobarlo.
¿Eres un auténtico turófilo? Las señales que te delatan
¿Te consideras un verdadero turófilo? Solo hay una forma de saberlo: responde las preguntas de este test y comprueba si eres un simple aficionado o un auténtico devoto del queso.
1. Tienes más quesos en la nevera que verduras ¿sí/no?
Tener solo un tipo de queso te parece insuficiente. Lo normal en tu casa es encontrar varios: uno para untar, otro para gratinar, un par para picar y, por supuesto, uno especial para los días en los que quieres darte un capricho.
2. Crees que cualquier plato mejora con queso ¿sí/no?
La pasta sin queso rallado es un insulto. La hamburguesa sin una buena loncha fundida de Cheddar es un desperdicio. Y el bocadillo de chorizo mejora exponencialmente con un poco de queso semicurado. Da igual qué estés comiendo, siempre te planteas si mejoraría con queso. Y la respuesta suele ser sí.
3. Has probado más quesos de los que puedes recordar ¿sí/no?
No te conformas con los tranchetes para burger del supermercado. Te has atrevido con un Stilton azul, has devorado un camembert en Normandía y te has sentido en el paraíso probando un Pecorino en la Toscana. Los supermercados internacionales y las ferias del queso son tu "place to be" cuando visitas cualquier lugar.
4. No le temes a los quesos con olor fuerte ¿sí/no?
Mientras otros arrugan la nariz ante un Roquefort, un Cabrales o un Grgonzola, tú lo ves como una invitación al placer que está por venir. Para ti, los quesos con carácter son sinónimo de placer y su aroma es proporcional a la felicidad que te genera comerlo.
5. Has perfeccionado el arte del maridaje ¿sí/no?
No es solo pan y queso. Sabes que un Manchego viejo con un buen vino tinto es un matrimonio perfecto, que un Brie se luce con una sidra y que el Gorgonzola pide a gritos un toque dulce. Si además eres de los que combina queso con cerveza artesanal, ya puedes considerarte nivel experto.
6. Viajar para ti es una excusa para probar quesos nuevos ¿sí/no?
Si vas a Francia, lo primero que quieres es un Comté bien curado. Si aterrizas en Holanda, preguntas dónde comprar Gouda de granja. Y si un amigo viaja a Asturias, le exiges que te traiga un buen Gamonéu. Tu lista de deseos está llena de quesos que aún no has probado.
7. Tienes un queso favorito, pero nunca rechazarías probar otro ¿sí/no?
Siempre hay un queso al que vuelves una y otra vez, tu clásico infalible. Pero si te ponen delante una variedad que nunca has probado, no lo dudas ni un segundo.
>> Si has asentido en más de tres de estas señales, lo sentimos: eres un turófilo en toda regla. Y eso es motivo de orgullo ;-)
¿Y tú?
Ahora que ya sabes lo que significa ser un auténtico amante del queso, cuéntanos: ¿Qué queso nunca falta en tu casa? ¿Has probado alguna variedad que te haya cambiado la vida? ¿Algún maridaje secreto que deberíamos conocer?
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