Se amasa bien la masa con el chicharrón molido. Humedeciéndose las manos, se forman arepitas de unos 5 centímetros de diámetro y 1 1/2 centímetro de espesor.
Se ponen en una bandeja. En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar y se agregan las arepitas por partes, de modo que todas queden sumergidas.
Se fríen hasta dorar, unos 2 a 3 minutos. Con una cuchara preparada se sacan las arepitas y se les elimina el exceso de grasa con papel absorbente.