Se mezclan las dos harinas, el perejil picadito y la cebolleta, y se empieza a añadir agua del grifo, la cantidad no la preciso porque las suelo hacer a ojo. Se trata de obtener una masa algo espesa, sin grumos pero fácil de extender en el aceite caliente.
Cuando se ha conseguido, se añaden los camarones. Personalmente los añado vivos, pero sé que no es fácil comprarlos vivos, eso que hay quién los cuece antes, e incluso quién añade el agua de la cocción pero bueno, no quiero liaros más.
Calentar una sartén con abundante aceite, la masa en un primer momento se irá al fondo, si no hay suficiente aceite se pega un poco.
Se fríen un par de minutos por cada lado y su ponen sobre papel de cocina, para que empape el exceso de aceite servir bien calentitas.
Con esta cantidad de masa salen muchas tortillitas, así que existe la opción de guardar parte de la masa un tuper bien tapada en la nevera, aguanta bien un par de días.