Picamos la cebolla en brunoise y la ponemos a pochar en una sartén con el fondo cubierto de aceite.
Cuando la cebolla esté transparente, añadimos los pimientos troceados y removemos bien. Los cocinamos 2/3 minutos.
Subimos un poco el fuego y añadimos la carne. La freímos bien y la condimentamos con sal y pimienta.
Rociamos todo con una copita de vino blanco y dejamos que evapore. Incorporamos la salsa de tomate y lo dejamos otros 4/5 minutos, para que quede todo bien ligado.
Precalentamos el horno a 200ºC. Desenrollamos las láminas de hojaldre y cortamos trozos de un tamaño superior a los huecos de los moldes. Engrasamos bien los moldes y los cubrimos con el hojaldre recortado. Tendremos que cortar también las tapas.
Rellenamos los huecos con la carne preparada, cubrimos con las tapas, cerramos bien los bordes, le hacemos unas marcas con el cuchillo y pintamos la superficie con huevo batido. Las horneamos a 200ºC, hasta que estén bien doradas por encima.
Sacamos los moldes del horno, los dejamos enfríar 10 minutos y desmoldamos, dejando las agujas enfriar sobre una rejilla. Para comerlas les podemos dar un golpe de horno y calentarlas un poquito o simplemente comérnoslas frías.