Y como no tengo suficientes condimentos en mi despensa, añado uno más. De verdad que intento ir sacando botes en vez de ir añadiendo, pero creo que en algún momento tengo que rendirme y asumir lo que soy, una compradora compulsiva de especias y hierbas. La nueva adquisición de este fin de semana: semillas de eneldo, imprescindible para preparar este condimento. Y que conste que estuve dudando sustituirlo por semillas de apio. Pero de toda la vida de Dios, he tenido la manía de seguir al pie de la letra las recetas. Vamos, que si la receta pide que vaya al Tíbet a recoger una semilla concreta y que además vaya de rodillas, pues es muy probable que yo lo haga.
En fin, manías aparte, esta mezcla canadiense es perfecta para espolvorear sobre carnes rojas, pollo y cerdo. Y por supuesto para patatas fritas y verduras. Vamos, para todo.
Parte de sus ingredientes son semillas enteras que se trituran parcialmente para que la mezcla final tenga cierta textura. Y es una mezcla picante. Abstenerse estómagos delicados.
La he usado para mi primer pollo asado en freidora de aire: